viernes, 24 de octubre de 2008

fragmento de mi obra, 1999 (historias de nadie)

Pablo sufre de trastornos obsesivos compulsivos. Desde pequeño se compraba de todo pero no usaba nada por temor a que se ensuciara. O se rompiera. O dejara de ser nuevo. Tiene una obsesión con lo nuevo. Tuvo la colección de bolitas más grande de su colegio, pero nunca jugó. No podía soportar ver que las esferas al contacto con la tierra dejaran de tener ese aspecto brillante, porque una vez que tenían contacto con el suelo, nunca volvían a brillar de la misma manera. Hoy toda su “obsesividad compulsiva” se manifiesta en la especial atención que le pone a su computador: Napoleón.


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