martes, 7 de septiembre de 2010

a poco de partir.

Me voy. Parto a Barcelona. Cargada de incertidumbre. Tengo ganas infinitas de que llegue el momento. No tengo miedo. Ansío el vértigo. Me prometo a mi misma escribir más que nunca. Que las palabras capturen la experiencia. Las cosas no han sido fáciles. Ya he sentido el abandono. Es ahora tiempo de nuevo inicio. Todo esto es un regalo. Es una suerte. Me voy con mucho más amor del que pensaba que tenía. Y voy feliz. Porque para extraña hay que estar lejos. He estado un poco desconectada de todo, con las manos en pausa, necesito experimentar, ya me estaba quedando dormida otra vez. Este lugar a veces ahoga, adormece, aturde.
Confío en lo desconocido más que en cualquier otra cosa.
Nos vemos luego.

lunes, 29 de marzo de 2010

29/03/2010

Voy en el metro muerta de calor. Leo "la fideleidad presunta de las partes" de Collyer. Cada vez entra más gente. Voy de pie y le entierro mi bolso a la mujer que va sentada. Le aplasto el peinado y me mira levantando la ceja. Perdón le digo y creo que me entiende, ve como la gente me empuja sobre ella. Pienso en el atentado que hubo hoy en Moscú. Dos mujeres cargadas de explosivos se hicieron reventar en el metro asesinando a 38 civiles que iban a sus casas. 38 desconocidos que deben haber ido tan apestados como yo. En la misma dinámica que la mía. En el vagón de un tren esperando llegar adonde sea que fuesen. Mujeres, niños, jóvenes, hombres.
Pienso en el terremoto que hubo hace un mes aquí en Chile, en el miedo que sentí en ese momento, que fue el mismo miedo que sentí cuando me di vuelta en bus en el norte del Perú, la sensación de vacío. Pienso en toda la gente que murió por la ola gigante que se desencadenó tras el terremoto. Me imagino que habrán sentido en ese momento, en quién habrán pensado, que habrá sido lo último que dijeron. Pienso también que el mundo está loco y que es una puta olla hirviendo. El mar no discriminó, se llevó a quien quiso. Las mujeres que se hicieron explotar en Rusia no discriminaron mataron a cualquiera. La naturaleza es salvaje en todas sus dimensiones. Este mundo está conectado por la rabia.
Bajo del vagón y el último párrafo que leo es el siguiente: "que ciudad del carajo, cómo puede toda esa gente sobrevivir respirando esa basura".

viernes, 19 de marzo de 2010

gritar

ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

lunes, 22 de febrero de 2010

palabritas

Camino con angustia en los zapatos.
Miro la nada.
Soy un chivo expiatorio.
Un pedazito movedizo de algo que quiere salir.
Cargo con montañas de algo que no se deja ver.
Nadie me conoce tan bien como una chica que me desconoce.
Pienso en la vida más allá del bote de basura.
Releo los crímenes y el obituario.
El diario miente tanto y la tele es aún peor.
¿Y si un día me pongo botas y salgo a manchar paredes?
Tengo miedo de estar haciéndolo todo mal.
Tengo miedo de vivir con miedo.
Tengo miedo del sueño.
Tengo miedo del miedo.
Tengo miedo de mis manos.
Tengo miedo de no saber muy bien cuando se acaba el miedo.
Tengo miedo de nunca saber si es la dirección correcta.
Tengo miedo de darme cuenta que siempre he estado perdida.
Tengo miedo de quedarme pegada en la cabeza.
Tengo miedo de pegarme en la cabeza.
Tengo miedo en reconocer que tengo miedo.
Tengo miedo de morirme mañana.
Tengo miedo de seguir siendo hipocondríaca.
Tengo miedo de no alcanzar a leer lo que me he propuesto.
Tengo miedo del silencio.
Tengo miedo de la pena.
Tengo miedo de que se me salgan las rodillas.
Tengo miedo de despertar sola en el desierto.
Tengo miedo del cariño.
Tengo miedo.
Miedo es lo que tengo.
Y espero dejar de tenerlo.

martes, 16 de febrero de 2010

hoy

hoy tuve una jaqueca de la puta madre. Todavía me duele el lado izquierdo del cerebro. Es cierto, soy un poco hipocondríaca y nerviosa, pero esta vez el dolor de mi cerebro superó a cualquier otro. Incluso un rato veía solo manchas blancas. Como cuando uno está al sol y entra a una casa oscura. Solo vez manchas y sombras. No almorcé y estuve toda la tarde intentando dormir, pero fue imposible. No vi tele, ni prendí el computador. Escribí un cuento para entretenerme y para ver si de la jaqueca salía algo bueno. La historia de un albino. Por supuesto el cuento quedó sin final. Después me puse a leer y me terminé el libro. Y empecé otro. Y el dolor de jaqueca en mi lado izquierdo se intensificó como si tuviera un cerebro dentro de mi cerebro. Y terminé prendiendo el computador y la tele. Viendo una entrevista a Sieveking, que es un buen dramaturgo, pero habla raro. Y me empezó a doler más la cabeza. Y pensé que quizás mi cerebro estaba pariendo uno nuevo, y que a lo mejor, yo mañana voy a ser otra y voy a pensar distinto. Y que quizás este es mi testamento, pero como no tengo nada, no le puedo dejar nada a nadie, así que más que un testamento es un testimonio. Por la vida que se va y la vida que comienza.

jueves, 21 de enero de 2010

somos humanos animales trabajando en lo urbano

Pasó toda la vorágine del estreno y la pequeña temporada y ahora me siento a escribir. Abro los archivos y releo cosas escritas no terminadas, que suele a veces ser la tónica, buenas ideas que quedan flotando por ahí, finales que no aparecen.
Releo una obra que empecé a escribir y me gusta lo que está, llamo a una amiga, le digo que la quiero montar, me dice que bueno y así empieza una nueva aventura. Sin ningún peso, sin nada más que la idea de contar una historia.
Es una obra sobre Santiago, la ciudad de los perros callejeros, los atochamientos, las paredes rayadas, los audífonos en el metro, el smog, los bares que cierran temprano, la segregación, la plaza Italia. Es Santiago, una ciudad extraña que es buena fuente de inspiración. Me siento a escribir y me doy cuenta porque me gusta tanto hacerlo, es por la libertad absoluta, la posibilidad de hacer lo que quieras, el espacio donde puedes mandar a todos a la mierda, o amar, o emocionarte, o reír. No sé si escribo bien, o mal, no sé bien la historia que cuento, sé que busco algo, que las palabras me devolverán algo y me llevarán a alguna parte. El goce de apretar las letras del computador y leer una frase. Eso es todo.

lunes, 18 de enero de 2010

chile con minúscula.

Chile eligió presidente. Ese presidente resultó ser Piñera. Piñera resulta ser un multimillonario ambicioso que no solo se contentaba con tener miles de millones de pesos, su ambición iba más lejos: tener el control del Estado.
Ahora la derecha no solo tiene el poder económico, el poder de los medios de comunicación, ahora también controla el Estado.
Y eso me hace tener una profunda rabia.
Rabia me da la poca conciencia de la gente.
Cuando veo por la tele a gente sin dientes celebrando el triunfo de este empresario, me da tanta rabia que empuño las manos y se me irrita la piel.
Chile me es hoy más ajeno que ayer.
Chile es hoy más vendido que ayer.
Chile es hoy un país del que me quiero alejar lo antes posible, distanciarme para no sentir esta rabia, alejarme para no sentir esta pena.