martes, 16 de febrero de 2010

hoy

hoy tuve una jaqueca de la puta madre. Todavía me duele el lado izquierdo del cerebro. Es cierto, soy un poco hipocondríaca y nerviosa, pero esta vez el dolor de mi cerebro superó a cualquier otro. Incluso un rato veía solo manchas blancas. Como cuando uno está al sol y entra a una casa oscura. Solo vez manchas y sombras. No almorcé y estuve toda la tarde intentando dormir, pero fue imposible. No vi tele, ni prendí el computador. Escribí un cuento para entretenerme y para ver si de la jaqueca salía algo bueno. La historia de un albino. Por supuesto el cuento quedó sin final. Después me puse a leer y me terminé el libro. Y empecé otro. Y el dolor de jaqueca en mi lado izquierdo se intensificó como si tuviera un cerebro dentro de mi cerebro. Y terminé prendiendo el computador y la tele. Viendo una entrevista a Sieveking, que es un buen dramaturgo, pero habla raro. Y me empezó a doler más la cabeza. Y pensé que quizás mi cerebro estaba pariendo uno nuevo, y que a lo mejor, yo mañana voy a ser otra y voy a pensar distinto. Y que quizás este es mi testamento, pero como no tengo nada, no le puedo dejar nada a nadie, así que más que un testamento es un testimonio. Por la vida que se va y la vida que comienza.

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